A continuación, detallaré brevemente algunas actividades e interacciones con el espacio que he observado a lo largo del último mes en el parque de mayores situado en la Plaza San Juan de Tolosa, Gipuzkoa.

Este parque, como he explicado en el trabajo anterior, cuenta con diferentes estaciones de ejercicio distribuidos de forma cuadrada en un espacio de aproximadamente 15 m². Estas estaciones se distribuyen en el perímetro que forma el parque, creando así un espacio recogido donde todas las actividades se orientan hacia el interior. En mitad de este cuadrado encontramos la estación de ejercicios de las barras paralelas. Todas estas estaciones están separadas las unas de las otras con un margen de 2 metros de distancia entre ambas.

 

 

Cada estación dispone de un espacio lo suficientemente amplio para ejecutar el ejercicio sin que interfiera con el espacio vital del ejercicio de la estación contigua. Todos ellos generan un área de ejercicios y otra área que queda libre.
Véase fig. 2.

 

Cuando analizamos más exhaustivamente el flujo de personas que interactúan con el espacio, nos damos cuenta de los espacios que tienen más tránsito y la trayectoria que más transitan los utilitarios de estas estaciones de ejercicio. Así mismo, observamos los patrones de conducta que ser repiten a la hora de ocupar el espacio.

Véase fig. 3

 

 

Al observar detalladamente el uso que se hace de este espacio a consecuencia de la ubicación de las estaciones de ejercicio, la mayoría de individuos que se acercan al parque para mayores lo hacen desde el mismo punto y todos ellos realizan las actividades en el orden según el cual se van encontrando con los elementos.

Esta cinética genera una dirección y un patrón circular en la que los individuos van pasando de estación en estación en el orden inverso a las agujas del reloj. No obstante, cabe mencionar que no todas las personas incurren en este patrón, ya que he podido observar que hay cierta cantidad de individuos que directamente se ejercitan en solo una estación y no hacen uso de las demás instalaciones.

Véase fig. 4.

 

 

Al analizar todos estos detalles, se observa claramente las dinámicas de las personas en lo que se refiere a la interactividad con los objetos y el espacio. Cabe destacar también el uso incorrecto del espacio, en el caso en particular de los sillones, que se usan para el descanso o el ocio, entorpeciendo así el uso para el cual han sido diseñados. También añadir que el espacio no cuenta con ningún elemento explicativo general ni ninguna estructura que lo resguarde de las inclemencias del tiempo ni de los rayos del sol. El planteamiento y el diseño de estos elementos, así como la posible mejora de la distribución general del espacio se trabajará en la próxima entrega de trabajo.